Sorprendente y espectacular vídeo en el que se muestra la realidad de Japón, un pueblo que parece no aprender de sus errores pasados.
Me costaba creer que los niños que vivieron la catástrofe de Hiroshima y sus descendientes se han visto afectados por el miedo a "lo nuclear" de sus compatriotas japoneses. Es difícil pensar que por ello su misma sociedad les rechaza en lugar de protegerles, pero aquí estamos tiempo después de la misma manera.
Si es que ahora resulta, que los Japoneses de Fukushima son menos japoneses que el resto y no merecen ni siquiera vivir...Se me parte el corazón viendo al hombre de los últimos minutos de vídeo suplicando que se le escuche y me impresiona ver un grupo de personas caracterizados por su temple y su saber estar perdiendo los papeles, aunque claro, delante de semejante energumeno ¿Quién no los iba a perder?
Ver para creer, y nos llamamos seres humanos...
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