lunes, 13 de julio de 2009

Todo...!

A veces me subo en el tren para ir a Terrassa y al sentarme parece que mi mente vuele tan tan deprisa que me da la sensación que me dejo el cuerpo en el vagón.

No se sabe porqué, a veces me invade una sensación extraña, como cuando aspiras debajo de la cama, y me explota el pecho en mil colores y en gotas de lluvia, a veces cuando me veo reflejada en la ventana me da la impresión de que no voy a volver nunca.

Siento que el tren me lleva tan tan tan lejos que nunca podré volver, siento que al volver no seré la misma, porque el tiempo corre más rapido que yo y que algún día volveré y seré totalmente distinta, totalmente diferente a lo que soy cuando me siento en el tren.

Y me dan ganas de correr, de saltar, de bailar, de reir, de llorar, tengo ganas de hacer todo lo que quiero hacer en la vida en un sólo segundo, de tomar dos mil fotos, escribir en un libro todo lo que me gusta, todo lo que me disgusta, de besarte, de abrazarte, de volver a ser pequeña, y mi mente corre, con fotos pasadas y futuras y la angustia es tan grande que a veces, hasta me pongo a llorar.

No me gusta el tiempo porque desgasta y pone en su sitio todo, el problema es que sólo me doy cuenta cuando voy en tren.

1 comentario:

Azorín dijo...

Dos verdades universales, una que el tiempo pone todo en su sitio y otra que sin darnos cuenta no dejamos de cambiar.

Lo que no sabes de la primera es que cuando las piezas del puzzle están encajadas, la angustia desaparece y ya no necesitas comprimir tu vida en un segundo.

De la segunda es que todo tu entorno se dará cuenta que has cambiado salvo tu, mirarás atrás y verás cosas absurdas y echarás de menos otras tantas (como yo con Santiago) pero si has sido honesta contigo misma estarás conforme con lo que ves al mirarte por las mañanas en el espejo.

P.D: ¿Para cuando un libro por partes en el blog? Ya sabes, uno de esos con capítulos tétricos como si tuvieras un trauma sexual arraigado en el cuerpo jajaja Just kidding!